Participar o no participar, esa es la cuestión.

Cuando hablamos de participación escolar, podemos referirnos a muchos tipos de participación; la participación de los profesores, de la dirección, de las familias,... pero también de los alumnos y es en estos en quienes me quiero centrar hoy ya que son ellos los protagonistas del aprendizaje y, por tanto, los principales agentes para que se de el proceso de educación determinando si esta es algo activo o algo pasivo. 

Desde mi punto de vista, la participación de los estudiantes debería ser el principal objetivo del docente en el aula. En una clase podemos encontrarnos todo tipo de alumnos, desde aquellos muy activos y sin problema para intervenir hasta los que prefieren pasar inadvertidos y para quienes es un mundo participar en el aula y convertirse en protagonistas. Conseguir que los alumnos se involucren activamente en las clases será fundamental para otorgar a la clase un clima abierto y facilitador de la relación alumno-profesor, lo que llevará a una mejor comprensión de los contenidos educativos. Una participación activa puede resultar el elemento diferenciador entre el aprendizaje profundo y la internalización de los contenidos o la simple escucha. 

Pero, por desgracia, encontramos que en el aula tan solo hay un 10% de los alumnos que se sientan lo suficientemente tranquilos y confiados como para participar de manera activa en el aula y, por otro lado, más del 50% de los alumnos están desconectados de lo que dice el profesor o no son capaces de seguir la totalidad de la clase. 


Ahora bien, nosotros, como docentes, ¿cómo podemos cambiar esta situación? Tras una búsqueda rápida y, según mi propia experiencia, estos son algunos trucos que fomentan la participación del alumnado en el aula. 
1) Fomentar tareas en equipo para que aquellos que no participan por miedo al gran grupo, puedan solventar sus dudas y "soltarse" en grupos más pequeños.
2) Fomentar el espíritu de grupo y la inclusión. Si cada uno tiene su propio cargo con responsabilidades, se sentirá útil y sabrá que es una parte importante del grupo, una pata sin la cual la mesa se caería. Para esto son muy útiles los trabajos cooperativos. 
3) Utilizar juegos en los que todos los alumnos se vean obligados a participar, responder y aportar, pero no haya presión para hacerlo mejor o peor ya que es un juego que se da en un ambiente distendido. 

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